
Mis ultimas palabras.
Son las 3 de la mañana.
No pretendo odisea alguna
en esta habitación.
Decís que mi silencio
es el alarido de la noche espacial.
Yo no lo creo así.
Hace tiempo
escapas
de la telaraña de los
acertijos secretos.
Comiste la lona
del cuadrilatero,
que vio caer
a todos los boxeadores.
Ya te lo dije,
enana que no alcanza
la medianera,
No hay nada en los cajones.